SATURDAY, HOLIDAY

Tras un largo, muy largo, viaje en autobús, vuelvo a estar en la capital, Kathmandu. Un poco apenado porque un pequeño cambio de planes y un malentendido han hecho que no pueda visitar Lumbini, aunque contento por todo lo que estoy viviendo. Empiezo a pensar, por primera vez, que ya va quedando poco. 

Hoy es sábado, y como dicen aquí, "saturday, holiday", haciendo referencia a que los niños no tienen cole; y esto se nota desde primera hora de la mañana. Mientras paseo por las calles de Thamel y de otras zonas de Kathmandu, puedo ver a los niños jugando, aunque los menos afortunados se quedan en casa o en los negocios familiares ayudando en lo que pueden. 

Me quedan pocos días aquí y me he levantado con el ánimo de ir tachando de la lista de "cosas por hacer en Kathmandu" alguna cuenta pendiente de la primera semana. Así pues, tras un desayuno en una terraza muy chula, he cogido un taxi para dirigirme hacia la zona del White Monastery, un momasterio budista situado en lo alto de una colina de fuertes (muy fuertes) pendientes, en el que pretendía conocer a un grupo de monjes mujeres practicantes de kung fu. Sin embargo, para mi desgracia, estaba cerrado. 

A pesar de ello, el trayecto en taxi ha merecido la pena, ya que he podido ver una zona de Kathmandu muy diferente, de mucho contraste, que abre a uno la perspectiva y le hace reflexionar sobre los diferentes modos de vida. 

A diferencia de la primera semana, cuando todo era nuevo y llamativo y cuando tenía un escudo protector que probablemente hacía que evitara ver (que no mirar) ciertas situaciones, ahora me fijo y reflexiono más en estos detalles que me hacen valorar mucho lo que tengo y que me hacen reflexionar sobre la difícil solución existente para algunas de ellas. 

Tras el paseo en taxi, tenía un poco de tiempo muerto y he decidido entrar al MONA (Museo del Arte Nepali, por sus siglas en inglés); y qué gran acierto. 

Allí, he conocido a Úrsula, quien ha accedido a hacerme una visita guiada y con la que he compartido una conversación realmente interesante y profunda sobre, religión, filosofía y arte. Me ha presentado una realidad totalmente diferente a la que tenía en mente y he admirado su forma de ver el arte y su forma de vivir y practicar la religión. 

Puedes visitar la web del museo aquí 

Tras la charla con Úrsula, me he vuelto a reencontrar con Filip y Chandra, su guía en el treking, quien nos había invitado a su casa para comer. Hemos comido un Dal Bhat buenísimo, hemos conocido a sus hijas y hemos tenido una sobremesa muy agradable. 

Tras la comida, Filip y yo nos hemos ido a la plaza Durbar de Thamel aunque yo no he podido estar mucho tiempo por culpa de una garrapata a la que le he parecido sabroso y que me ha obligado a irme al hostal antes de lo que me hubiera gustado para quitármela. Por suerte tengo un botiquín digno de un hospital y amigos médicos que me dan consejo y la he podido extraer sin problema y rápido. 

Una vez más, gracias por estar ahí. 

Guille