UN DÍA PARA EL RECUERDO
Hoy ha sido un día de esos que no se olvidan fácilmente.
A primera hora de la mañana, me he reunido con dos amigos que hice durante el treking para desayunar y despedirnos porque ya mañana cada uno sigue con su camino. Después, he vuelto a tomar el bus local con el ánimo de salir de Pokhara en dirección norte, ya que me habían dicho que a unos 7km de la ciudad había un asentamiento de refugiados tibetanos que me apetecía mucho ver.
Una vez he llegado allí (tras 30 minutos de autobus por una carretera en obras muy rota) la gente que me he cruzado me indicaban hacia el principal monasterio, y a pesar de ser una zona de cierto atractivo turístico, al entrar, he podido ver que había una especie de celebración en la que rápidamente me he podido dar cuenta de que yo era el único extraño.
En frente del monasterio, había una especie de carpa en la que se podían ver un gran grupo de ancianos sentados en el suelo con sus ruedas de oración y con una actitud de como quien espera a algo. Enseguida he sido objetivo de miradas y no han pasado 10 segundos que ya me habían invitado a entrar a ver el monasterio.
Allí he hablado con un monje budista que me ha estado explicando lo que era ese lugar y como se estaban preparando para la Puja (algo así como una ceremonia relijiosa) que iba a tener lugar en pocos minutos.
Durante la espera, también he podido hablar con los ancianos y algún otro habitante del campo que me han explicado sobre cómo se vieron forzados a abandonar su Tibet natal y sobre la represión que está sufriendo el territorio.
Después, he podido vivir la experiencia de ver cómo es una Puja recitada por el gurú del monasterio (una segunda reencarnación de un lama), quién además me ha dado su bendición y deseo de buena suerte otorgándone un Khata Tibetano. Me han dicho que he tenido mucha suerte, aunque yo no sabía muy bien qué estaba pasando.
Tras la ceremonia, he vuelto a Pokhara y me he reunido con Deepak, el dueño del hotel del que os hablé ayer y con el que había quedado en ir a ver un orfanato local para conocer a los niños que vivían allí. Ha sido una experiencia realmente bonita poder compartir un rato con ellos.
He acabado el día con Deepak y su pareja Jassu que me han enseñado la oficina y academia de bailes tradicionales de Jassu y que me han invitado a cenar.
He hecho muy buenas migas con ellos y creo que me llevo dos buenos amigos de Pokhara conmigo.
Mañana toca viaje de nuevo. Un largo trayecto que me llevará a las tierras del Terai.
Gracias por estar ahí.
Me alegro mucho, se te ve muy contento muxus
ResponderEliminarQue bien Guiller. Feliz cumpleaños! Se te ve bien y con buen color, tanto que no te distinguia entre la gente :). Me alegro que estés tan bien. Un abrazo.
ResponderEliminar