La vuelta al ruedo de Hjálmar y la Hengill Ultra
El año pasado, solo había una cosa que podríamos decir no me convencía del todo de trabajar en la tirolina. Era el no saber del todo cuánto y cuándo ibas a trabajar. Como todo era nuevo para todos, no se pudieron cumplir muy bien los calendarios. Aunque sabíamos que generalmente, la respuesta a la pregunta ¿me toca trabajar mañana? era sí. Sin embargo, este año es diferente, y esto lo cambia todo. Ahora, trabajamos en un sistema conocido como 3-2-2, que se distribuye en 3 días de trabajo, 2 de fiesta, 2 días de trabajo, 3 de fiesta y así sucesivamente. Esto es súper cómodo y eficiente porque no acabas quemado; sabes que como mucho, vas a trabajar 3 días antes de un descanso. Esta semana tocaban tres días seguidos de fiesta y los he aprovechado lo que he podido. El viernes, por la mañana, conduje hasta Reykjavik para encontrarme con Sævar. Un compañero de la tirolina del año pasado con el que hice buenas migas y con el que había quedado para desayunar. Sævar ya está jubilado ...